Juan Céspedes - espeleo 

La primera salida de Katiuskas después del verano (y después de la mudanza al nuevo local) fue a Valporquero, en León. Bueno, más concretamente, a hacer la travesía Sil de las Perlas - Cuevona, que pertenecen al sistema de Valporquero.

Valporquero es una cueva turística (de hecho, es la cueva turística más grande de España) y tiene 3 bocas: Valporquero, el Sil de las Perlas y la Cuevona. La entrada de Valporquero es la turística. Durante todo el año se organizan visitas en grupos con un guía, con dos recorridos que cuestan 5 y 7 euros. Estos recorridos muestran la entrada de la cueva, todo lo que se puede ver hasta llegar al curso de agua, un río subterráneo que la atraviesa hasta salir por la boca de la Cuevona. Los espeleólogos pueden hacer 2 travesías distintas: Valporquero - Cuevona, a la que se accede por la misma entrada que la boca turística (pero dejan entrar gratis a los federados que vayan a hacer la travesía) y Perlas - Cuevona, que es lo que hicimos en el club.

El Sil de las Perlas es una sima de unos 130 metros de profundidad, con un par de puntos en los que puede ser difícil encontrar el camino si no se conoce, y un paso estrecho de bajada, pero bastante cómoda. No es raro ver a gente que la haga simplemente con un arnés de escalada y un ocho. Al final de la sima se llega al curso del agua, por el que hay que continuar para acabar saliendo a la calle por la Cuevona. El curso tiene 4 ó 5 puntos en los que hay que usar cuerda, y termina en el famoso "paso de la M", un paso justo antes de salir al exterior que es similar a una M mayúscula; hay que subir un tramo, bajar y atravesar un pasito estrecho, volver a subir y volver a bajar. En las dos subidas hay colocadas escalas, con lo que en toda la travesía no es necesario utilizar aparatos de subida. Después de salir, hay otros dos rápeles que hay que bajar hasta llegar a los coches.

En total fuimos 13 adultos y un bebé en 4 vehículos:

• Vane y Agus
• Boltxe
• Miqui y Quique
• María, Alba, Marina y Céspedes
• Esther y Ruly
• Charo, Jesús y Lucas

El viernes por la noche ya habíamos llegado todos a Valporquero de Torío para dormir en el mirador de la Atalaya, salvo Vane y Agus que se quedaron en el camping de Vegacervera.

Por la mañana organizamos 2 grupos: uno entraría lo antes posible, y el otro justo después de que saliera el primero, para que en todo momento Lucas, que se quedaba fuera, estuviera con alguien.

El primer grupo entró alrededor de las 11:00. Fuimos 8 personas: Ruly, Esther, Agus, María, Vane, Alba, Marina y Céspedes (en este orden). Se nos dio bien, sin ninguna pérdida ni retraso considerable, pero aún así fuimos bastantes despacio, con muchas esperas y con algo de frío, sobre todo en la bajada por la sima.

En total estuvimos alrededor de 7 horas dentro. El agua estaba fría, como de costumbre, pero no tanto como para que no hiciéramos algún salto o nos tiráramos por algún tobogán.

En el segundo grupo entraron Boltxe, Miqui, Quique, Jesús y Charo. Pensábamos que iban a ir mucho más rápido, pero tardaron casi lo mismo que nosotros (alrededor de 6 horas).

Hoy estuvimos visitando una pequeña cueva en Buelna, Asturias, llamada Cobijeru, muy cerca de una playa con el mismo nombre.

Estuvimos Richi, rover, Cris, Viti, Isabel, Alberto y yo; todos miembros de Katiuskas.

Lo más interesante de esta cueva es que tiene dos bocas: una de ellas está cerca de la playa, y tiene muy fácil acceso, y la otra da a un acantilado junto al mar.

Este fin de semana, una buena parte del Club de Espeleo Katiuskas hemos estado en Valencia, en una salida de club, con la intención de visitar principalmente la sima de la Llenca del Serrano y la Sima del Campillo.

A la salida fuimos en total 21 personas divididas en 9 coches:

Coche 1: Jesús, Charo, Lucas
Coche 2: Ruly, Esther
Coche 3: Céspedes, Trini
Coche 4: Isabel, Alberto, Sonia
Coche 5: José Carlos, Raquel
Coche 6: Jesús, Eva
Coche 7: Gabi, María
Coche 8: Vanesa, Agus
Coche 9: Juanfe, Nuria, Martín

Viernes 18 de febrero

Llegan los coches 1 al 8 por la tarde/noche, al lugar de encuentro: un bar abandonado en la carretera de Tous al embalse.

Como últimamente estamos acomodándonos, nos hacemos mayores y algunos tienen niños, y como además hace frío en la calle, casi todos tenemos autocaravana o furgoneta preparada donde dormir; en realidad, todos duermen en su vehículo salvo por dos tiendas pequeñas que se montaron (y se desmontaron a primera hora de la mañana).

Sábado, 19 de febrero: Llenca del Serrano

Nos dirigimos hacia la Llenca del Serrano: boca de 1.2 metros de diámetro que desemboca en una gran sala después de bajar 42 metros en volado.

En la sima entramos Jesús, Charo, Ruly, Esther, Céspedes, Isabel, José Carlos, Raquel, Jesús Gabi, Vanesa, Agus, Juanfe y Nuria.

La sala de entrada tiene 2 zonas: la primera, junto a la entrada, es un caos de bloques y de arcilla con muchas pendientes; la segunda, después de superar un desnivel de unos 15m, presenta una suave rampa de descenso, con formaciones en las paredes. En la pared derecha, junto a unas coladas, podemos encontrar el acceso a otra sala escondida, muy rica en formaciones.

Al salir todos de la sima, por la tarde, sin mover los coches nos dedicamos a dar un paseo, hasta la boca de la sima del Campillo., donde encontramos a un grupo de unos 15 valencianos que estaban dando un curso. Nos dicen que mañana domingo seguirán con el curso, pero que nos dejarán sitio para que montemos alguna otra vía de bajada.

El sábado por la noche celebramos el cumple de Vanesa, que fue el viernes, antes de acostarnos, esta vez en una casa abandonada entre la Llenca del Serrano y el Campillo.

Domingo, 20 de febrero: Campillo, Candil, Tortero

Por la mañana vamos hacia la sima del Campillo, pero, antes de que pudiéramos entrar todos, llegan 3 personas de Conservación de Cavidades de la Federación Valenciana de Espeleología para indicarnos que está prohibido el acceso a la sima salvo entre los meses de marzo a octubre, para preservar una colonia de murciélagos muy importante que hay en la sala. Por lo tanto, las 2 ó 3 personas que ya habían entrado tienen que salir, y los demás se quedan sin entrar.

Mientras tanto, Céspedes y Trini, que habían decidido no entrar en el Campillo, se dedican a intentar encontrar otras cuevas de la zona:

Cueva del Candil

Hay indicaciones para llegar a la cueva, pero están en un sendero equivocado: el camino que lleva a la cueva está a unos 300 metros del cartel, en dirección hacia la Llenca y el Campillo.

El cartel está puesto en una zona en la que no hay ningún camino claro, pero desde el que se puede llegar a una pequeña sima que no está equipada y junto a la cual han puesto un cartel de "Cueva del Candil", aunque sabemos que esa no es.

La Cueva del Candil, como ya he dicho, está en un camino que sale unos 300 metros más adelante, marcado con un hito y con flechas rojas, y desde el que se llega fácilmente a la cueva, con una única galería de 315 metros con una altura media de 8 metros y una anchura media de 5 ó 6 metros. No hay muchas formaciones, salvo unos gours en el primer tramo de la cavidad.

Cueva del Tortero

Una vez más, en la misma carretera hay un cartel que indica hacia la "Cueva del ortero" (falta la "T"), pero, una vez más, lo han puesto en el lugar equivocado. Esta vez se han confundido en unos 500 metros; a la cueva se llega por una pista que en su primer tramo está en muy buen estado, la primera pista transitable que se ve a la izquierda llendo desde la Cueva del Candil hacia Tous.

La Cueva del Tortero se usó anteriormente como refugio para el ganado, y de hecho pueden verse todavía restos del cierre con piedras y alambres que había a la entrada. La entrada da a una sala horizontal con formaciones muy rotas y en mal estado, pero al fondo se encuentra una ventana que da a otra sala con formaciones en mucho mejor estado, que no llegamos a explorar por falta de tiempo.

Aparentemente, Tortero puede tener al menos 150 metros de desarrollo predominantemente horizontal, con formaciones que merece la pena visitar y fotografiar.

La Cueva del Orón es una cavidad de Mazarrón, en Murcia, cuya entrada está en un acantilado al borde del mar. El acceso es muy bonito, y para llegar a la boca hay que bajar por pasamanos con cable de acero, escalones, resaltes con cintajos, y por último un rápel fraccionado que acaba en un volado de unos 20 metros y nos deja junto a la boca de la cueva.

La cueva es bastante cómoda y se puede hacer entera sin aparatos. Solo tiene un par de pasos con cuerdas instaladas en fijo, pero son fáciles de pasar. Hay algunos pasos estrechos, y dentro de la cueva hace bastante calor, pero es muy chula y tiene formaciones (escéntricas) muy buenas, y al final acaba en un lago de agua ligeramente salada, y en un sifón que da al mar. Por supuesto, los lagos son para bañarse, y así lo hicimos.

En total estuvimos 15 personas (Ruly, Esther, Gabi, María, Jesús, José Carlos, Raquel, José Miguel, Puri, Cris, Viti, Rykky, Álvaro, Trini y yo) y tardamos en total 11 horas (3 de aproximación, 5 en la cueva, 3 de regreso).

La Cueva de la Mona, o Cueva de la Niña Bonita, no es una cavidad natural, sino que está excavada en pizarra en la localidad de Baños de la Encina, Jaén, desde un camino cercano al castillo y dirigida hacia el castillo.

Sin embargo, la cueva nunca se terminó de excavar y se termina alcanzando unos 50 metros de desarrollo horizontal.

Cuenta la leyenda que fue mandada excavar por una persona adinerada que pretendía llegar a los tesoros que se ocultaban en pasadizos secretos bajo el castillo.

Volviendo de nuestras vacaciones, en el camino de Jaén a Madrid, paramos a buscar un geocache en Santa Elena, en el Parque Natural de Despeñaperros: Viaje al paleolitico - Cueva de los muñecos.

Está en el sendero del Cerro del Castillo, que lleva hasta dicha "cueva", que en realidad es un abrigo con restos de pinturas rupestres.

Todo empezó a las 6:30 de la mañana. David (secretario de la federación), Juan Carlos, Juanky, Ruly y yo habíamos quedado en la Calle de Berrocal, junto a la casa de David, para salir hacia el refugio de La Zapatilla, en Valsalobre.

Nos disponíamos a hacer una práctica de espeleosocorro. El coordinador de la actividad era Cartuli, y nosotros éramos los últimos en salir (todos los demás habían ido el viernes por la noche y se habían quedado a dormir allí).

Ninguno sabíamos con certeza a qué sima íbamos a ir, pero había rumores más que fundados de que sería la Sima de Manuel Mozo, con lo que no esperábamos muchas sorpresas. Pero al llegar todos a la Zapatilla, Cartuli nos propuso un "juego": vamos a hacer un simulacro de llegar a una sima que no sabemos cuál es, solo con las coordenadas y un mapa de la zona.

Cartuli eligió a dos personas como grupo de exploración (Juanky y Jesús, el murciano), les dio un GPS con las coordenadas, un mapa, y les montó en un coche, indicándonos a todos los demás que teníamos que seguirles. Al cabo de un rato tomaron el camino hacia Manuel Mozo, pero el GPS empezaba a mandarles hacia otro sitio... después de dar dos o tres vueltas, dejamos los coches en un punto del camino y ellos fueron de avanzadilla andando, por una zona por la que ninguno conocíamos ninguna sima... hasta dar con el punto que marcaba el GPS: ¡la sima Diana!

Para los que no la conozcan, debo decir que la sima Diana es conocida por ser "la sima secreta del Flash", porque parece ser que la conocen bastante bien y han estado muchas veces, pero no aparece en los libros y no es muy conocida entre el resto de los grupos, a pesar de estar muy muy cerca de la Zapatilla.

Al llegar allí empezamos a trabajar en el simulacro: el supuesto herido es David, y el rescate se divide en dos GII; en uno de ellos, el jefe de equipo es Juanfe, y como socorristas estamos Juanky, Pedro, Gabi y yo. Nos encargamos de subir al herido del fondo de la sima por un pozo de 26 metros, y luego portear por una rampa. El otro GGI está dirigido por Isaac, y como socorristas están Juan Carlos, Jesús (murciano), Ruly y rover.

La práctica transcurre sin incidentes. La sima no estaba en absoluto preparada para un rescate, con lo que tuvimos que poner bastantes spits (creo que mi GII puso unos 15) y la roca, a pesar de parecer mala en un principio, es muy dura y aguanta bien.

Terminamos poco después de que se hiciera de noche, y unos cuantos nos volvimos a Madrid, mientras que otros se quedaron para hacer algo más el domingo.

Pues bien, ese día llegó. Hoy fuimos al Reguerillo 7 personas: Roberto Lumbreras, Álvaro Hernández Tortosa, Rubén Salas, Irene García, Álvaro Navarro, Yaiza Temprado y yo. Hicimos la travesía normal (primer y segundo nivel) sin problemas, salvo por una pequeña crisis de anavarro después del paso del tablón, momento en el que dos tíos nos adelantaron. Iban sin mono, sin arnés, sin casco, solo uno de ellos llevaba frontal, y parecía que era la primera vez que entraban en la cueva. Todavía no sabemos cómo llegaron hasta allí, ni si fueron capaces de salir o si están todavía perdidos en la cueva.

En la foto, Irene, haciendo gala de su flexibilidad en "El Tobogán".

Estuvimos Víctor, Belén, rover, aht y yo.

A las 6:15 de la mañana ya me estaba despertando; nos esperaba un día largo... preparé todas las cosas habituales (ropa, comida, etc) y me fui a recoger a rover a su casa.

Enseguida partimos hacia El Pozuelo, provincia de Cuenca, para entrar en El Sumidero (también conocido como "Sima del Campo", según el libro de Isidoro Ortiz). Habíamos quedado allí a las 10:30 con Jesús y Charo y, como llegamos con algo de tiempo, decidimos intentar encontrar nosotros mismos la sima. Sin embargo, mi memoria no me ayudó lo suficiente, y las coordenadas que tenía de la entrada no eran del todo correctas (estaban a 350 metros de la boca, como comprobé más adelante), con lo que volvimos al pueblo a esperar.

Cuando por fin llegaron y fuimos a la sima, vimos que allí estaban Ceci, Natalia, Miguel (el autobusero), Carlos (el charcutero) y otros dos cuyo nombre no recuerdo. Como éramos demasiados para ir en una sola vía, ellos decidieron ir por el Pozo Skat y nosotros por la vía principal.

Antes de entrar comimos algo; yo entré alrededor de las 12:30 para comenzar con la instalación (que hice hasta abajo del todo, unos 115 metros de profundidad y 210 metros de cuerda).

La sima en sí es bastante bonita: tiene una entrada en el suelo con un agujero circular de unos 10 metros de diámetro que, después de bajar unos 12 metros, llega a una sala amplia y luminosa, de la que sale una galería horizontal un tanto accidentada, con varios pasos en los que hay que sortear el agua para evitar mojarse. Al final de esta galería (de unos 200 metros), comienzan una serie de rampas y pozos en los que en el fondo casi siempre hay agua que hay que esquivar con péndulos o pasamanos aéreos. La instalación está en buenas condiciones, aunque es algo difícil en algunos puntos.

Cuando llegamos abajo, los que bajaron por el pozo Skat ya se habían ido. Nosotros paramos un momento, vimos el inicio del sifón y comenzamos a subir. Desinstalaron Charo y Jesús, y salimos a la superficie a las 21:30. Total: 9 horas dentro de la sima. Arriba nos esperaban los demás, helados de frío (-2 grados centígrados), pero se fueron en cuanto empezamos a asomar la cabeza y les dijimos que todo había ido bien. Según nos dijeron, ellos habíán salido 4 horas antes y se estaban congelando con la espera. Pero se portaron bien con nosotros: nos dejaron una cacerola enorme de spaghetti con carne picada que habían preparado para que repusiéramos fuerzas.

Esta fue la primera sima de rover, que se defendió bastante bien, sin ningún problema digno de mencionar. Tal vez sea un poco duro para alguien que esté empezando, pero es muy bonita y bastante técnica.

Hoy sábado estuvimos en Patones rover, Pablo y yo, haciendo prácticas en el cañón que sube de Patones de Abajo a Patones de Arriba. Yo estuve todo el día poniendo vías, hasta que se hizo de noche. La verdad es que me lo pasé pipa; es una pared muy vertical, con una instalación fija muy completa, y les puse bastantes péndulos y pasamanos, un desviador, un paso de nudos y un rapel guiado. En total estuvimos alrededor de 10 horas practicando.

Con la excusa de que quería celebrar mi cumpleaños, conseguí que muchos de mis amigos vinieran conmigo a ver esta película al Kinépolis: Charo, rover, echeva, Carol, Pablo, Diana, Majo, Miguel, Vaishali, AHT y Juan-Mariano. Creo que, de todos ellos, el único que no salió diciendo que la peli era una mierda fue rover (aunque probablemente lo hiciera solo para no herir mis sentimientos ;-))

En la película vemos a seis amigas que se reúnen todos los años para hacer algo diferente, y este año ha tocado visitar una cueva. Pero una de ellas, con más ganas de aventura que las demás, las lleva a una diferente de la prevista, una que aún no había sido explorada y en la que encuentran unas criaturas que las aterrorizan y las asustan. Bueno, a ellas, y al público de la sala :-)

Sin embargo, gracias a esta película todos hemos aprendido varias cosas: que en las cuevas no hace frío, y que la ropa más cómoda es una camiseta de tirantes; que el casco se usa exclusivamente para sujetar la iluminación, y que si te quedas sin pilas, puedes quitártelo sin problemas; y, lo más importante: nunca entres en una cueva sin piolet. Es de lo más útil para acabar con los malos.