Por fin, y después de muchos años intentándolo,
mi primo Iván me convenció para ir con él a
correr la
San Silvestre Vallecana,
una carrera popular de 10 kilómetros a la que en esta
edición se han apuntado más de 17.000 corredores.
Fui con mi primo Iván, como ya he dicho, y con un amigo
suyo, Jorge. Los tres íbamos disfrazados de Papá
Noël (la verdad es que alrededor del 10% de los corredores llevaban
algún disfraz).
Creo que es la primera vez que intento correr 10 kilómetros
seguidos, la primera vez que corro con más de 3 ó 4
personas a mi alrededor y la primera vez que asisto a una carrera. La
experiencia en general ha sido positiva, pero bueno, he confirmado lo
que ya suponía: no es muy razonable correr la San Silvestre sin
entrenar nada de nada. Si no llega a ser por Iván, que estuvo
todo el tiempo conmigo, animándome y casi sujetándome,
no creo que hubiera pasado de 5 ó 6 kilómetros.